jueves, 12 de enero de 2012

LA RESPONSABILIDAD DE UN MAESTRO Y UN DISCÍPULO



Las charlas de sabiduría no son la verdad. La sabiduría autentica existe en la mente de los discípulos en forma de semillas, y las charlas de sabiduría son como una pequeña nube que deja caer lluvia y provoca que las semillas que hay en la mente del discípulo germinen y se manifiesten. Los maestros no pueden transmitir la verdad del mismo modo que un padre no puede transmitir plenamente sus experiencias al hijo. Cuanto mas regaña el padre al hijo, mas se bloquea el niño. Lo mejor que puede hacer el padre es ser como esa nube de lluvia y regar las semillas de sabiduría que hay en su hijo. Cuando el niño crezca, se encuentre con dificultades y tenga su propia experiencia, la sabiduría que rego el padre se manifestara



Cuando estudiamos el budismo, buscamos a un maestro y creemos que posee sabiduría. Tenemos que creer que el maestro es santo y que las otras personas son ordinarias para poder seguirle. El maestro se pone el habito de la santidad y creemos que inmediatamente se vuelve santo. Eso es lo que nos mata. Cuando huimos de lo ordinario hacia lo que pensamos que es sagrado tiene lugar una especie de muerte. Huimos de nosotros mismos

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